A medida que pasa el tiempo, nuestro cuerpo va cambiando no solo en su forma sino en su funcionamiento. El cambio del metabolismo es uno de los que más nos afecta.
Si eres jóven saber que las cosas no serán siempre igual te ayudarán a conducirte de otra forma; si eres mayor conocer la forma en que cambia, entenderla, te ayudará a evitar frustraciones y a tomarte el proceso de manera más calmada.
Cambio del metabolismo de las mujeres en el tiempo
El metabolismo de las mujeres entre 20 y 60 años está sujeto a cambios bastante significativos, de los que depende, entre otras cosas, la dificultad de mantener nuestro peso en forma a medida que envejecemos. Cada día nuestro cuerpo consume una cierta cantidad de energía, lo que significa que quema una cierta cantidad de calor: bueno, el metabolismo juega un papel fundamental desde este punto de vista.
En general, las mujeres ya están en desventaja en comparación con los hombres porque sus valores metabolicos son más bajos debido a su diferente masa muscular.
El metabolismo de las mujeres de 20 a 60 años experimenta una evidente desaceleración; la llamada necesidad total de energía diaria, a su vez, disminuye, también porque en general son menos propensas a hacer ejercicio, y hay una disminución de la masa magra metabólicamente activa. Esto resulta en un menor gasto de energía.
Por eso, si a los 20 años perder unos kilos de más es tan fácil como beber un vaso de agua, intentar la misma tarea a los 40 es mucho más complicado y a los 60 es casi una misión imposible.
¿Porque cambia el metabolismo?
Decir que el metabolismo de una mujer de entre 20 y 60 años cambia significa subrayar que para una chica que acaba de terminar la adolescencia este proceso fisiológico es mucho más alto que para una mujer que ya ha cruzado el umbral de la menopausia.
Esto se debe precisamente a que, a medida que envejeces, la masa magra tiende a disminuir, con una notable disminución que afecta especialmente a la masa muscular, en comparación con un aumento de la masa grasa, que, sin embargo, es mucho menos activa en términos de metabolismo.
Se trata de un fenómeno fisiológico simple y comprobado, contra el que no se puede hacer mucho, que conduce a una disminución del metabolismo basal: o, dicho de otro modo, a una reducción de la energía que se consume en ayunas y en reposo.
Esto también explica por qué cuando se quiere perder peso no se debe concentrar simplemente en la pérdida de peso, sino que se debe tratar de reducir la masa grasa. Y para lograr este objetivo, es necesario asegurar que un cambio en la dieta se integre siempre con un programa bien diseñado de ejercicio constante a lo largo del tiempo.